Su PC se está ejecutando lentamente porque algo está utilizando esos recursos. Si de repente se ejecuta más lento, un proceso fuera de control podría estar utilizando el 99% de los recursos de su CPU, por ejemplo. O bien, una aplicación podría estar experimentando una pérdida de memoria y usar una gran cantidad de memoria, haciendo que su PC se cambie al disco. Alternativamente, una aplicación podría estar usando mucho el disco, haciendo que otras aplicaciones se ralenticen cuando necesiten cargar datos o guardarlos en el disco.
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Mejor aún, evite que esas aplicaciones se inicien al inicio para ahorrar memoria y ciclos de CPU, así como acelerar el proceso de inicio de sesión.
En Windows 8, 8.1 y 10, ahora hay un administrador de inicio en el Administrador de tareas que puede usar para administrar sus programas de inicio. Haga clic derecho en la barra de tareas y seleccione "Administrador de tareas" o presione Ctrl + Shift + Escape para iniciarlo. Haga clic en la pestaña Inicio y desactive las aplicaciones de inicio que no necesita. Windows le indicará qué aplicaciones ralentizan más su proceso de inicio.
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